Ventajas y desventajas de tener un preparador físico
Las ventajas de las clases particulares con un preparador físico son las siguientes:
- Un entrenador personal estudia la salud y las capacidades físicas de sus alumnos para crear un programa de entrenamiento personalizado. El entrenador tiene en cuenta su sexo, su edad y sus objetivos de entrenamiento (ganancia muscular, pérdida de peso, mejora de la salud, etc.). El entrenador también supervisa la técnica de los ejercicios;
- La puesta en forma como medio para alcanzar sus objetivos es casi imposible sin entrenar con un entrenador profesional. A menudo las personas no son conscientes de los recursos de su cuerpo, por lo que se compadecen de sí mismas, temiendo salir de su «zona de confort». Un entrenador personal le proporciona una carga óptima, para que pueda sentir la eficacia de su entrenamiento después de unos pocos meses;
- El entrenamiento personal con un entrenador es la mejor motivación, porque siempre tendrás un buen ejemplo delante de ti;
- Un preparador físico controla siempre la corrección de los distintos elementos, por lo que el riesgo de lesiones está ciertamente presente, pero es menor que en las clases de fitness individuales;
- la profesionalidad del preparador físico es una garantía de éxito del entrenamiento, ya que el instructor puede dar consejos útiles sobre nutrición, organización de las clases, dieta, etc.
Las principales desventajas de entrenar con un preparador físico incluyen los siguientes aspectos:
- Cuando se trabaja con un no profesional, es difícil esperar resultados serios. En consecuencia, será una pena el dinero y el tiempo invertidos;
- Un entrenador personal de fitness no es barato. Tienes que planificar tu presupuesto, calcular cuánto te costarán las clases con un entrenador;
- No se olvide del tiempo dedicado a encontrar un especialista cualificado con el que sea agradable y cómodo trabajar. Al fin y al cabo, el proceso de formación no es sólo un sistema de seguimiento silencioso de órdenes, sino también de comunicación.
Excepciones psicológicas y médicas
Hay una cierta categoría de personas que no pueden hacer ejercicio bajo supervisión constante. A menudo se trata de entusiastas de la salud con discapacidades físicas evidentes (debido a lesiones, congénitas) o problemas psicológicos (inseguridad, complejos diversos). Los ejercicios individuales pueden ser incómodos para ellos, por lo que tienen que ejercitarse por su cuenta, sin la ayuda de un entrenador.